viernes, 2 de noviembre de 2012

El Gato y yo


Es ese gato de nuevo,
el desgraciado se sube al tejado
y no para de hacer ruidos,
habrá que echarle agua, ponerle
una trampa para que se vaya.
Qué hará allá arriba?
acaso se pondrá cita con una gata?
no, siempre está solo
me pregunto qué busca cada noche,
es molesto saber que está ahí.
Mañana veré que quiere,
quizás sea hora de conversar con él,
está gordo: no busca comida,
tiene su hogar en la casa de al lado,
por qué sube a mi tejado?
Lo mataré, es lo único que queda,
necesito dormir,  no me deja,
maúlla todas las noches sin cesar,
unas noches más que otras pero siempre,
siempre se le oye por las noches.
A veces pienso que está enamorado,
quizás se crea novio de la luna,
pensándolo mejor, no soy quien para matarle:
todas las noches pienso en ella y
hago una oración por ella.
El maldito gato y yo  hacemos lo mismo,
querría el matarme? No!
le invitaré acá abajo y me excusaré
está enamorado como yo,
será mejor conversar y llegar a un acuerdo.
Al igual que el gato mi amor está lejos,
solo hay una forma de hablarle,
me treparé al tejado junto a él y gritaré
cada noche bajo la luna mientras él maúlla:
te amo Viktoria, te amo!

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