sábado, 29 de junio de 2013

Sobre la felicidad y demás

El cansancio se hace cada vez mayor, las horas de sueño disminuyen y al cuerpo le cuesta responder, la cerveza y los cigarrillos dejaron de influir desde hace un buen tiempo, aún así las pocas tazas de café no permiten conciliar el sueño. Café negro y sin azúcar, así es que es bueno, entonces me pregunto en qué estoy gastando el tiempo, pues no, no se gasta, ni se invierte, ni se pone en X o Y lugar, el tiempo pasa, solo pasa y seguirá pasando así muchos se vayan, algunos más quedaremos en esta porquería a la cual nos negamos a desprendernos, el miedo a irnos nos hace quedarnos.

Andrés Caicedo decía que solamente aquellos que son lo suficientemente felices se van, él se fue, aún hay miles de preguntas sobre su partida, sin embargo carácter no le faltó y felicidad tampoco, de hecho ese día estaba muy feliz. La miserablesa que llevo en mi me impedirán tomar una decisión similar a la de Caicedo y no sé si alegrarme o decepcionarme de mi mismo por ello.

Siento que aún falta mucho, por vivir, por mal vivir, por sentir e inclusive por reír, también queda tiempo para llorar y seguir fracasando, porque son más los fracasos que los triunfos, por eso es que estos últimos nos alegran tanto, o bueno, por lo menos a mi. La pregunta que surge entonces es por la libertad, la emancipación, el ser espíritus libres, pero quien ha logrado serlo? acaso Morrison y Cobain? o no estaba el primero en un letargo total y el segundo consumiéndose? no es coincidencia que hayan tenido el mismo destino, sin embargo se han convertido en lo que no quisieron ser, afortunadamente no tienen como saberlo, afortunadamente los muertos muertos están, menos Jesús, de él dicen que resucitó, sin embargo se volvió a morir. Dicen que nadie se salva de la muerte, en este caso el hijo de dios que no es más que él mism,o fue capaz de morirse dos veces, ha de haber sido muy feliz para querer morirse y remorirse.

Los que seguimos acá y no tenemos la opción de morirnos y remorirnos debemos pensarnolo bien, abstraerse, meterse hasta el sieso en algo, "ver a la gente pasar y pasar" o pasar con la gente, sentarse y esperar la muerte sin saber si falta mucho o si alcanzamos a servir el café. Qué mas da, no hay rumbo, no hay nada, la vida es una mentira, pero hay que creérsela, lo que no hay que hacer es parir, reproducirse, además del problema de superpoblación está el problema de joder futuras existencias. Si Colombia dice ser uno de los países más felices del mundo ojalá los felices fueran quienes están a la cabeza del sistema, pero no, la felicidad se basa en partidos de fútbol y el deportista o personaje de la semana, quizás sea el agotamiento, la hora, el pensar que el camino el largo, lo que no me deja ser feliz, pero claro que me interesa serlo, sin embargo no quiero felicidad ni tranquilidad de telenovela, para eso la gente del espectáculo.

Me gusta ser un infeliz, porque no me conformo con poca cosa como Jesús, que estoy seguro acá quisieran ser como él... infeliz moriré y por eso será sin saber cómo, pero por lo menos me pregunto y me cuestiono y soy consciente de ello, en vez de creer que soy feliz porque Colombia es feliz, el apático no seré yo, pero si alguno de ustedes que se cree tan listo para morir como para no darse cuenta de la diferencia entre vivir, revivir, sobrevivir, malvivir... el miedo entonces me seguirá teniendo por su aliado y no sé cómo será, pero no será como se cree, solo será y seguirá siendo y cuando yo me muera esperaría que fuera de otra forma ¿qué cosa? ah pues de todo, porque ni siquiera estas líneas tienen sentido ni son coherentes.

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