domingo, 31 de octubre de 2010

El Hombre que llora.

Sólo, acompañado del frío de la media noche,
este solitario hombre está al borde de la locura,
mas es lo suficientemente idiota para intentar algo
y por ello mismo, se encuentra así.
Aunque dice ser el mayor de los libertinos y
liberales de los suyos: no es más que un vil ateo
que sigue los valores de la sucia cristiandad
oh Señor! Salva a este infeliz, líbranos de él.

Su ineptitud es causa de soledad,
el miedo al rechazo provoca el mismo.
Se esconde en sus libros y de ellos saca sus
anécdotas, que a veces son solo
creaciones de Cortázar o Baudelaire.
Y aquella, a quien había visto en el sol de invierno:
prefirió a su hermano, con quien burlado
una vez más, se reunían a almorzar.

1 comentario:

  1. El hombre que lloraba

    Era un hombre ciertamente
    húmedo de cielo,
    En las manos dos tristezas
    y Un amor en la cabeza

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